Enfrentamientos entre milicianos y civiles armados han provocado este viernes en Trípoli al menos 27 muertos y 235 heridos, según el balance proporcionado por el primer ministro libio, Ali Zidán. Estos choques, los peores que se producen en la capital libia en los últimos meses, comenzaron cuando milicianos procedentes de la ciudad de Misrata pero con presencia en un barrio de la capital libia abrieron fuego contra un grupo de manifestantes, primero disparando al aire y luego directamente contra ellos.
Los manifestantes, que reclamaban el fin de los combates entre milicias por el control de varios barrios de Trípoli, huyeron del lugar, pero luego algunos de ellos volvieron armados para tratar de asaltar los edificios donde los milicianos estaban atrincherados.
"La protesta era pacífica y había sido autorizada por el Ministerio del Interior, pero los manifestantes fueron atacados cuando entraron en el distrito de Gargur", donde se encuentra el cuartel general de la milicia. "Hay 27 mártires y 235 heridos", añadió Zidán.
El Gobierno libio instó a un alto el fuego a los grupos armados. "Pedimos a todas las facciones armadas un alto el fuego para que el Gobierno pueda tomar las medidas necesarias para restablecer la calma en la capital", indicó el Ejecutivo en un comunicado leído por el ministro de Cultura, Hasan al Amin, en el transcurso de la conferencia de prensa del primer ministro, que aseguró que el Gobierno hará lo posible para desalojar a todos los grupos armados de la capital.
"Lo peor para el pueblo libio es la presencia de armas fuera del control de las fuerzas del Estado, del Ejército y de la Policía", dijo Zidán, en sus primeras declaraciones tras el suceso, en las que también condenó lo ocurrido y llamó a los ciudadanos a la calma.
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